UNA ASIGNATURA PENDIENTE- FRANCISCO OLIVA SJ.

Recordamos hoy mundialmente el día de los presos políticos. Aquellos seres humanos encarcelados y condenados sin pruebas condenatorias o con pruebas  inventadas por conveniencia del poder político o económico.

A nivel internacional tenemos al ex presidente brasileño Luis Ignacio Lula.

A nivel paraguayo  a los seis condenados en Tacumbú que ya llevan trece años de cárcel. Recuerdo sus nombres:  Agustín Acosta, Arístides Vera, Basiliano Cardozo,  Gustavo Lezcano,  Roque Rodriguez y Simeón Bordón.

Todos ellos están sufriendo la pasión y todavía no hemos podido conseguir su libertad (resurrección). Añado a estos Gerónimo Meza (Coronel Oviedo), cuyo juicio no acaba de empezar. A todos ellos nuestro compromiso de luchar a su lado y por ellos.

Quiero también referirme a aquellos presos en el Paraguay depositados por la policía a petición de los fiscales que llevan años en las cárceles paraguayas de los que ni ellos saben el estado de sus causas y que después de años soltarán a muchos de ellos sin condena.

Nuestra justicia es lenta. La investigación de los fiscales de baja calidad. La  presunción de inocencia es casi nula. Y, para colmo, las condiciones de vida en Tacumbú son inhumanas. Siete presos de cada diez están en estas condiciones. Y su liberación  (resurrección) está todavía muy lejana.